Amar lo que son
Que mis hijos sean médicos, ingenieros, artistas reconocidos, deportistas de élite no es el objetivo de éste método de enseñanza…
Educar respetando sus ritmos, intereses y necesidades, para empezar, no es un método, es una forma de entender la infancia y su desarrollo.
No, no hay objetivo, no queremos que se conviertan en niños ni adultos sabios, ni académicamente ni emocionalmente, no seguimos una fórmula o método para que sean más listos, inteligentes o sensibles, ni para que se porten bien, ni sean más equilibrados, conscientes ni generosos… Ellos ya son y amamos, o intentamos amar, eso que ya son… Querer que sean «algo» es una idea adultocentrista, ellos ya son, simplemente, durante su crecimiento estan desplegando lo que son internamente.
Hasta que no cambiemos esa idea, creencia y mirada interna sobre la infancia seguiremos ejerciendo violencia sutil o explícita sobre ella… Queriendo que sean y no permitiendo que desarrollen lo que ya son, y amándolo sin condiciones.
El sistema nos chantajea con un futuro seguro y a salvo (trabajo seguro, casa, etc) a cambio de que te doblegues a su voluntad… .
Generación tras generación caemos en el chantaje bajo la creencia de: «así serás algo en la vida, te ganarás bien la vida si… etc» para adiestrarnos desde pequeños… y controlar y dirigirnos. Nos «promete» vida estable a cambio de dirigir nuestro crecimiento y desarrollo, nuestro camino, nuestro futuro, cárgandose por el camino nuestra autoestima y confianza y someternos, anulando lo que somos y creando la necesidad en cada una de nosotras de ser otra cosa, siempre, «mejor». .
Estamos a tiempo de darles a las nuevas generaciones una experiencia de ellos mismos diferente, tenemos la oportunidad de amar lo que son y no caer en la trampa de la estructura que los somete. .
Profes, padres, madres es nuestra oportunidad de cambiar la mirada. Acompañemos lo que son, no queramos que sean… Y, como siempre, empecemos por nosotras. Amémonos enteras, lo que somos, no lo que el sistema quiere o necesita que seamos.
Ser tu misma es el acto de rebelión más grande.
Amar a tus hijxs y permitir su propio camino es el acto revolucionario mas potente! .
Empezamos?
¿Te apetece comentar?