Atención No Dividida

Tener tres hijos ya se sale de cuenta, dos adultos, tres niños, no cuadra, faltan brazos y siempre hay uno que se queda “colgado” y a la hora de compaginar necesidades… apaga y vámonos.

Recuerdo la primera vez que oí el concepto de Atención No Dividida, hablaba con una mami amiga sobre las carencias de los hermanos mayores (por aquel entonces tenía dos hijos), y ella me comentaba que, en realidad, ni celos ni abandono lo que les pasaba a los niños es que no tenían suficiente atención no dividida… Tuve que pensarlo dos veces, atención no divivida, no dividida entre los hermanos y padre, queda claro… atención exclusiva! y las lavadoras, la cena, el otro hermano/bebé, el trabajo, las preocupaciones…??? quién podía dar atención no dividida? y quién era el suertudo que la recibía en una familia de dos o más hijos…

Entonces, recordé vagamente que una vez conocí a una chica que era niñera de dos de tres hermanos: su tarea era, tres dias a la semana, llevar al parque a dos de tres hermanos alternadamente, y dónde estaba el tercero? con su madre, en casa, recibiendo atención NO dividida! Cuando supe de la historia pensé que era una excentricidad TOTAL! A esa madre le sobraba el dinero y las ideas rocambolescas…

Pero ahora lo veo muuuy diferente, ahora entiendo y aplaudo a esa madre maravillosa que entendía las necesidades de su hijos.

Después de la charla con mi amiga, empezamos a darle a Ot momentos de atención exclusiva con mamá, hicimos montajes inverosímiles para poder hacer actividades él y yo solos… y muchas cosas cambiaron, la agresividad hacia su hermano disminuyó, la tensión entre ellos casi desapareció, y Ot encajaba mejor los límites, tenía menos rabietas y su enfado permanente con la vida se disipó.

Yo también recuperé a mi hijo, al que yo, inconscienemente, había apartado en pro del bebé, al que rechazaba una y otra vez por no ser el momento, por estar haciendo otra cosa o, sobretodo, por priorizar la atención al bebé.

Hoy Jordi se ha ido de excursión con Ot, y yo me he quedado con los otros dos, ha sido una prueba para poder ofrecer al mayor, con necesidades marcadamente diferentes a los otros dos, atención no dividida y actividad exclusiva para él.

Y ofrecer al mediano atención menos dividida… con mamá! (El bebé va acoplado y es el que tiene más exclusividad o por lo menos preferencia en cuanto a atención de demandas.)

Ha sido toda una experiencia, he podido ver cuan dolido  está Aran, cuanta competencia siente que tiene por el amor de su madre, y cuanta atención y mirada exclusiva necesita.

He revivido escenas de cuando Aran era bebé y Ot se sentía príncipe destronado, he visto en primer plano el dolor que acumula Aran y ahora empieza a manifestar.

Estoy tranquila, estoy en paz, ya no me culpo por tener otro hijo, ahora puedo acompañar ese dolor desde el amor, y por supuesto, poner manos a la obra para poder ofrecer atención exclusiva a los tres, aunque tengamos que hacer el pino puente mientras hacemos una tortilla, cortamos leña y leemos un cuento.