Meditar o estar contigo mismo
La palabra meditar, asusta. Despierta la pereza más profunda y aunque es una palabra de moda la sentimos ajena… Quizás la mal entendemos. Demasiadas imágenes que se le asocian tienen que ver con algo que sentimos inalcanzable.
Y si te digo que meditar es sencillo. Que no tienes que conseguir nada, ni mente en blanco ni Nirvana, que simplemente es un espacio para estar contigo, para parar, sentarte, cerrar ojos y sentirte… Los pensamientos van a llegar como ejércitos a la batalla… Démosle la bienvenida, no luches contra ellos, estan y, si no les das coba, se van.
Observa el espacio entre pensamiento, ese breve espacio donde la nada aparece.
Donde te haces realidad.
Donde te sientes de verdad.
Ese espacio de silencio que lo llena todo.
Es sencillo, permite que ese pequeño espacio se vaya haciendo más largo. Observa tu cuerpo, las sensaciones.. no juzgues… Observa.
Date la bienvenida a ti misma.
Está un ratito contigo.
En quietud.
Observando.
Todo lo que llegue esta bien, cansancio, dolor, llanto, enfado, alegría, excitación… Solo necesita ser visto, para poder seguir su curso.
Escucha tu respirar.
Escucha el latido de tu corazón.
Escucha tu presencia que lo invade poco a poco todo.
Empieza hoy.
No hace falta un escenario de película.
Cierra los ojos allí donde estés.
Tu mirada es solo para ti.
Deja que desaparezca tu entorno.
Para 5′.
Para 11′
Para 20′
Pero para, a estar contigo, y si quieres llámalo meditar.
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