Mi experiencia

Conocí el yoga embarazada de mi tercer hijo, conecté rápidamente con esta herramienta, me llevaba a mi interior tan fácil, tan rápido… Mi cuerpo emepezó a ser él mismo, y yo empecé a sentirme cómoda dentro de él, mi cuerpo físco, de repente, era un lugar confortable donde vivir la vida. Y por supuesto entendí que si yo sentía esto mi bebé también lo sentía.

Uno de los cambios que noté más evidentemente fue que con mis otros hijos era más paciente, más amorosa, cosas que me irritaban se diluían más fácilemnte, respiraba antes de actuar, antes de saltar, tenía más energía y estaba más centrada. Ellos lo notaron.

El embarazo es una etapa única de creación y transformación. Un proceso que dura 40 semanas en el que tu cuerpo se transforma y acomoda a la gestación de un nuevo ser. A nivel emocional se despiertan muchas emociones, a veces, contradictorias. Se despiertan las dudas, algunos miedos, la inseguridad y también la alegría, la ilusión, el placer…

Es tan importante cuidarte a nivel corporal emocional y espiritual y sobretodo buscar cada día un momento de conexión con el/la bebé.

El yoga es una herramienta que al trabajar directamente el Sistema Nervioso Autónomo equilibra el funcionamiento del organismo, favorece el sistema hormonal, etc. A través de la respiración trabajamos el equilibrio emocional y con la meditación la conexión espiritual.

Te ayuda a despertar la fuerza, la confianza y la intuición, tan necesarios en el proceso y en el parto.

Descubrí el Yoga en mi tercer embarazo y lo practiqué también desde el inicio de mi cuarto embarazo, por experiencia puedo transmitir la diferencia de vivir un embarazo y parto habiendo practicado yoga o no y puedo resumirlo en el placer y la conexión, la alegría y el bienestar que me acompañaron en mis últimas gestaciones, la confianza en el cuerpo, la conexión con el bebé, la paciencia con mis otros hijos, la energía que me acompañaba durante el día, la predisposición al buen humor y a la amabilidad, fortaleza física y psíquica, mucha más consciencia de qué necesitaba y más fortaleza para respetarlo y priorizar lo que mi bebé y yo necesitábamos.